sábado, 6 de febrero de 2010

COMENTARIO 1.

El CITA (Centro Internacional de Tecnologías Avanzadas) propone mensualmente en su Foro de Debate un espacio para la reflexión a partir de comentarios de prestigiosos profesionales relacionados con las TIC y la Educación.
Este es la dirección por si queréis participar:
http://www.fundaciongsr.es/cita/src/public_zonadebate.php

El artículo que os presento apareció en Noviembre de 2009. Su autor Juan Antonio Aunión es periodista y redactor de El País.

Pantallas contra la soledad
Hace ya algún tiempo, un destacado estudioso de la enseñanza me dijo que si le hicieran ministro de Educación, se limitaría a decirle a todo el mundo: “Seguid haciendo lo que estáis haciendo, pero un poco mejor”. Entre bromas y veras (“Esto no lo pongas”, me dijo), la idea me dejó descolocado. Mientras, se tratan de buscar grandes soluciones para mejorar el sistema, caminos generales, masivos, que pongan en marcha algún tipo de cambio, ¿y si resulta que las soluciones y los cambios no son grandes iniciativas sino la suma de iniciativas pequeñitas?
Cada vez está más claro que la clave de la mejora de los resultados educativos es el profesor; que sea bueno, el mejor de los posibles. Así lo señalan desde el repaso que hizo la consultora estadounidense McKinsey a los resultados de Pisa, hasta el informe Talis de la OCDE, que ha encuestado a más de 90.000 profesores de 23 países.
¿Quiere decir esto que cada docente tiene que buscar mejoras y soluciones por su cuenta?
Definitivamente no. Uno de los problemas insistentemente destacados por los expertos es que el grueso de los profesores trabaja de espaldas al resto y que las mejoras señaladas por la investigación educativa nunca terminan de llegar a las clases. Así, probablemente lo que quiere decir es que cualquier mejora será más efectiva desde abajo, desde un profesorado implicado que tenga acceso directo a esas ideas, las use, las adapte, las invente.
Y es aquí donde las redes sociales a través de Internet pueden tener un enorme valor.
Porque no es que esos docentes inquietos y entregados no existan, es que muchas veces se encuentran muy solos. Hace poco, un profesor de instituto de Alicante, con 30 años de experiencia en las aulas, contaba que se sentía como el raro del instituto por usar métodos diferentes, innovadores. Su vía de escape era un grupo que, aparte de reunirse una vez al año, está permanentemente en contacto a través de Internet (www.redires.net). Las redes sociales pueden ser esa gran vía de escape, el gran punto de encuentro, de difusión y de mejora del sistema, al margen de las vías oficiales de formación, y pueden llegar mucho más rápida y directamente al día a día de la enseñanza. De hecho, ya hay pruebas de un gran movimiento.
El portal Innova vio la luz hace dos años para intentar convertirse en una red de redes, en un punto de encuentro para la innovación educativa en España. Ya cuenta con más de 200 colectivos innovadores, en el que tienen cabida todo tipo de ideas y proyectos, desde el de profesores de Religión, hasta el proyecto Atlántida de escuelas democráticas, pasando por Aulablog (de profesores que promueven el uso de las nuevas tecnologías) o Barcelona ciudad educadora (una iniciativa del Ayuntamiento que fomenta la participación ciudadana en un proyecto educativo común).
Probablemente las redes sociales tampoco son la solución mágica y habrá que seguir trabajando en cosas como las condiciones de trabajo de los docentes, su formación inicial y permanente, los currículos o la autonomía de los centros. Pero, de momento, esas redes pueden aliviar la soledad de quien intenta cada día mejorar las cosas, que no es poco; ayudarle a mejorarlas y, ¿quién sabe?, extender más eficazmente sus prácticas y sus ideas mejorando de paso todo el sistema.

REFLEXIONES PERSONALES (A realizar en vuestro Blog)
¿Pueden ayudar las redes sociales a la mejora del profesorado y a la innovación en la enseñanza? ¿De qué forma? ¿En qué aspectos pueden dejar una mayor influencia?

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